¿Por qué es útil tener más de una tarjeta de pago?

Mireia Quella

28/11/2019

Los beneficios que nos aportan el mundo online y la cada vez “más fácil” movilidad (nacional e internacional) han animado a más de uno, de dos y de tres a disponer de al menos una tarjeta de débito o crédito (normal o prepagada). 

Sin embargo, ¿tienes idea de cuántas tarjetas se encuentran en los monederos de los españoles? De los 47 millones de habitantes que hay en la España actual, aproximadamente 28,2 de ellos cumplen uno de los requisitos más importantes para solicitar una tarjeta de crédito: el tener al menos 18 años. 

Evidentemente no sabemos si todos ellos también cumplen el resto de los requisitos, pero si damos por hecho de que sí y, dividimos el total de habitantes por el número de gente mayor de edad, nos sale a un poco más de tarjeta y media por cabeza (1,66). Pero la pregunta aquí es: ¿necesitamos en realidad tener más de una tarjeta?   

Es muy probable que el hecho de utilizar dinero en efectivo te haga más consciente de lo que gastas y lo que te queda en el monedero. La tarjeta, sin embargo, te dará más flexibilidad.

 

Tarjetas de crédito, débito y prepago: ¿cómo se complementan?  
 
La elección de tu tarjeta de pago sí que es importante. Ya que, por si no lo sabías, cada modalidad de tarjeta existente en el mercado tiene una finalidad de uso y, en base a ésta, te ofrecerá sus propias ventajas. Así que, ¿qué hay de malo en beneficiarte de lo mejor de cada una de ellas? Es simplemente una cuestión de entenderlas bien para hacer un uso inteligente de cada tipo de tarjeta en el momento adecuado y, así poder incluso, ahorrar en gastos innecesarios.  

Por ejemplo, con una tarjeta de débito o una prepagada puedes pagar fácilmente sin tener que llevar dinero encima. Están asociadas al saldo que tengas en tu cuenta o en tu tarjeta prepagada con lo que además de evitar endeudarte, tampoco tendrás que pagar comisiones de anticipo o aplazado de dinero, como con las tarjetas de crédito.  Son la herramienta ideal para cubrir los gastos cotidianos.   

Este tipo de tarjetas funcionan de manera que puedas tener un rol más activo en la gestión y el control de tus finanzas mediante las transferencias de dinero de una cuenta otra o a tu tarjeta prepagada. Tu eres quien pone el límite enviando más o menos dinero.   

La tarjeta de crédito te será de utilidad cuando necesites obtener liquidez inmediata, aunque no la tengas en ninguna de tus cuentas.  Funciona un poco como un préstamo con el puedes solventar imprevistos pero, a diferencia de un préstamo normal, lo puedes obtener de manera inmediata.

A la hora de devolverlo se te ofrecerán diferentes modalidades. Te aconsejamos que optes por reembolsar el dinero mediante el pago total en el día establecido para la liquidación mensual, ya que no se te cobrarán intereses de aplazamiento.   

Si eres alguien que viaja mucho y, que contrata servicios para los que necesitas poder dar una garantía de pago (por ejemplo: reservas de hoteles o alquiler de coches), es bueno que sepas que en este caso la tarjeta de crédito continúa siendo el único método de pago aceptado.  

Sin embargo, algunas bancas se han puesto las pilas y ofrecen un tipo de tarjeta alternativa que justo ahora empieza a utilizarse para este tipo de servicios. La Bunq Travel Card es un ejemplo.   
 
 

Más ventajas  
 
Tener más de una tarjeta te puede ser útil si a la hora de pagar, una de ellas te falla o si en un negocio determinado no la aceptan. También te irá bien en caso de pérdida o de robo.   

Podrás hacer un seguimiento de tus finanzas y vigilar cada tipo de gasto mensual que realices con cada una de ellas:  tarjeta de débito para tus pagos cotidianos y tarjeta de crédito para tus pagos aplazados o alquiler de coches. Si identificas tus fuentes de ahorro pero, sobre todo aquellos gastos que se te escapan de las manos, evitarás contraer cargas financieras innecesarias.   

También puedes optar por tener alguna tarjeta (de débito o de crédito) que te ofrezca descuentos en algún tipo de compra y/o en comercios específicos. Ya sea mediante un sistema de puntos acumulables y que después puedes canjear por regalos o por descuentos o, bien, un porcentaje de descuento fijo que se aplique a cada compra que realices.   

Tener más de una tarjeta además de las ventajas que ya hemos mencionado más arriba, también te servirá para demostrar tu historial crediticio. Algo que puede resultar especialmente útil a la hora de solicitar un crédito.  Si la entidad en cuestión ve que has utilizado tus tarjetas de manera responsable y que no has tenido problemas para devolver el dinero prestado estará más abierta a concedértelo.   

Y, por si no lo sabías, te comentamos que en la actualidad también existen tarjetas que combinan ambas modalidades (débito y crédito) y que tú eres quien elige cuando utilizas cada una de ellas. Una elección inteligente y, que, además te ocupará menos espacio en tu monedero. Sin embargo, si optas por esta opción, te seguimos recomendando que tengas un plan B ...especialmente a la hora de viajar.   
  
 

¿Cuál es el número ideal de tarjetas?  

Esto depende de cada persona…Habrá gente que podrá utilizar y hacer el seguimiento de cinco tarjetas sin demasiado esfuerzo mientras que, quizás tu vecino del quinto con dos tendrá más que suficiente.  Es una cuestión de encontrar una cierta armonía entre las ventajas que te aporta cada una de ellas y el tiempo que necesitas para gestionarlas

Como has podido leer un poco más arriba, tener un plan B a la hora de pagar dentro o fuera de España ya no es un lujo, sino que, es algo básico que te dará tranquilidad. Y, si a esto le añadimos, la satisfacción que probablemente sientas cuando premian el uso que haces de tus tarjetas (ya sea en forma de puntos canjeables o, bien, de descuentos) te sugerimos la siguiente combinación: 

  • Una tarjeta de débito para tus gastos diarios. Ésta sería tu tarjeta principal y la que estará vinculada a tu cuenta corriente. Controla que la tarjeta que elijas sea conveniente para viajes.  Especialmente a la hora de pagar en comercios y de retirar dinero.   
  • Una tarjeta de crédito que podrás utilizar en caso de que te falle la primera y que también te será útil para las reservas de hoteles y alquiler de coches. Con ella podrás obtener un adelanto de dinero o aplazar tus pagos, como prefieras llamarle a la cosa. 
  • Una tarjeta que emita un comercio al que vayas regularmente. Así te beneficiarás de descuentos adicionales en tus compras diarias. Sin embargo, si se trata de una tarjeta de crédito, presta atención al tema de los intereses porque generalmente con este tipo de tarjetas suelen ser un poco más elevados que con las tarjetas de crédito normales.   

Y, por último, utilices la combinación que decidas utilizar, te recomendamos que controles y gestiones de cerca tus finanzas. No las dejes a su suerte.

¿Quieres comparar diferentes tarjetas y sus beneficios? Entonces lee nuestras reseñas.   

(Mireia Quella, Tarjetasdecredito.es, 28 de noviembre 2019)