¿Puedo prestar mi tarjeta de crédito a mis hijos?

Mireia Quella

13/02/2020

Tu hija se va un mes a Tailandia y necesita un buen método de pago. Tu piensas: le dejo mi tarjeta de crédito. Sin embargo, inmediatamente, también te preguntas si esto está realmente permitido.

La verdad es que prestando tu tarjeta de crédito no cometes ningún delito pero es bueno que sepas que cualquier consecuencia financiera que se derive de ello, te llegará a ti. 

Si lees bien las condiciones del producto, descubrirás que no puedes compartir el código PIN con nadie, ni siquiera con los miembros de tu familia. Probablemente, esa medida en su día fuera pensada por el mismo abogado de la compañía de tarjetas de crédito para no tener que pagar compensaciones en caso de que algo saliera mal. De esa manera el emisor de la tarjeta de crédito se cubre las espaldas diciendo que el préstamo de una tarjeta no está permitido. 

El préstamo de tarjetas es algo generalizado

Los padres prestan regularmente su tarjeta de crédito a su hijo o hija. Algo que no es demasiado extraño si el hijo o hija en cuestión tiene casi 18 años y, en ese momento, aún no puede tener una tarjeta de crédito propia pero es lo suficientemente mayor para usar métodos de pago. 

Sí que es importante que tu hijo o hija comprenda que la tarjeta debe bloquearse inmediatamente si se pierde o se la roban. Lo puede hacer llamando a la compañía de la tarjeta de crédito o, bien, ajustando de inmediato la configuración en la aplicación de la entidad bancaria. 

¿Qué es mejor que hagas? 

Evidentemente, existen otras opciones mejores que dejar tu propia tarjeta de crédito a tu hija. ¿No has pensado que quizás incluso la podrías necesitar tú mismo mientras ella esté fuera de viaje? Podemos imaginarnos que no te gustaría encontrarte en esta situación y, es por eso que, a continuación te damos algunas sugerencias.  

Opción 1: solicita una tarjeta adicional

Si ya cuentas con una tarjeta de crédito, probablemente puedas solicitar una segunda tarjeta para familiares (adultos). Aunque generalmente, ésta sea para tu pareja, también se le podría dar a tu hija. Para esto, tendría que tener 18 años como mínimo, pero con ING, por ejemplo, podría obtenerla con 16 años.

De todas maneras, ten cuenta que tu sigues siendo el/la titular principal de la tarjeta y, que los gastos que se realicen con esa tarjeta adicional se descontarán de tu límite de gasto. Por ejemplo, si se te permite realizar un gasto de mensual de 2.000 euros, los gastos de ambas tarjetas contarán.

También deberás pagar una cuota anual por la tarjeta adicional. No obstante, con algunos emisores de tarjetas la podrás obtener gratuitamente.  

En nuestra comparativa tarjetasdecredito.es descubrirás qué tarjetas de crédito te ofrecen una tarjeta adicional gratuita. 

Opción 2: solicita una tarjeta de crédito de estudiante

Si tu hijo/a tiene 18 años, puedes solicitar una tarjeta de crédito para jóvenes o estudiantes. 

Tanto el límite de gasto como el de ingresos de dichas tarjetas son mucho menores que los de una tarjeta normal. Es, por eso que, una tarjeta de crédito de estudiante con la que solo se puede gastar un máximo de 500 euros al mes (o menos), no siempre es adecuada para un viaje largo. Te recomendamos que la consideres para algún caso de emergencia pero no como método principal de pago. 
Generalmente, este tipo de tarjetas están asociadas a una cuenta corriente que tendrás que abrir con la entidad bancaria. 

Opción 3: abre una cuenta corriente o una cuenta corriente

Tanto las cuentas de ahorros como las cuentas bancarias casi siempre se gestionan mediante las tarjetas de débito que pueden utilizarse fácilmente dentro y fuera de España. 

Este tipo de cuentas funcionan de manera muy sencilla ya que, con ellas puedes ahorrar así como transferir una cantidad mensual determinada que tu hijo/a podrá utilizar para sus gastos diarios o compras. 

Aquí encontrarás algunas sugerencias.  

Opción 4: solicita una tarjeta de crédito prepagada

Para esta opción tu hija/o también necesita tener un mínimo de 18 años pero la gran ventajas de ésta es que no se le requerirá ningún mínimo de ingresos mensuales. 

Tu hijo/a solo tendrá acceso a la cantidad que tu ingreses en la tarjeta, ni más ni menos, y tampoco podrá obtener dinero anticipado.

La otra cara de la moneda es, que aunque las tarjetas prepagadas empiezan a aceptarse cada vez más y más, a diferencia de las tarjetas de crédito reales, aún presentan alguna que otra limitación, por ejemplo, a la hora de alquilar un coche o reservar una habitación. 

Afortunadamente, las fintech avanzan a la velocidad de la luz y pueden ofrecerte tarjetas prepagadas como la Bunq Travel Card que puede solucionarte el problema.
 

(Mireia Quella, Tarjetasdecredito.es, 13 de febrero de 2020)